"Para ti, que llegaste de repente y cambiaste el argumento de esta historia y el de mi vida."

jueves


Eres una genio, por eso te quiero”

Tres años. Han pasado ya tres años. Tres años desde aquella tarde en la que tuve el valor de, por primera vez en mi vida, abrirle mi corazón a una persona y decirle que estaba enamorada de él.

“Se nota que vamos a ser reyes del mundo”

Tres años desde aquellas conversaciones que me hacían creer que podíamos llegar a ser algo, tres años desde aquellas tardes de miércoles de risas y abrazos.

“Ahora tenemos que ser novios, ya que somos la pareja perfecta”

Tres años desde aquellas confidencias entre tú y yo, aquellas que sólo nosotros sabíamos y que no compartíamos con nadie más.

“Ojalá pudiera disfrutar de tu compañía todos los días”

Tres años ya. Tres años eternos y dolorosos. Tres años rogando que algún día te dieses cuenta de que me querías. Tres años deseando encontrarme contigo por casualidad. Tres años arrepintiéndome de haberte contado lo que sentía. Tres años en los que, ni un solo día, he sido capaz de olvidarme de ti.

sábado


“Puf, es una pregunta difícil. Si quieres que te diga la verdad, si tu amistad con ál es muy importante no deberías intentarlo y arriesgarte a que salga mal, pero si es un amigo normalito, inténtalo, total el ‘no’ siempre lo tienes. El que no arriesga no gana.”

Ese fue tu consejo, esas fueron tus palabras cuando yo, estúpida, y creyéndome tu amiga, te pedí ayuda. Y aún a riesgo de equivocarme, de meter la pata, de joderlo todo, de perder tu amistad, me arriesgué. Y no sabes cuanto me arrepiento. Me arrepiento desde ese 20 de diciembre de 2009 de haberte dicho que te quería, me arrepiento de no haberme mordido la lengua, me arrepiento de haber sido valiente por una jodida vez en mi vida, me arrepiento de haberte abierto mi corazón, me arrepiento una y otra vez, y pido una y otra vez volver a ese 20 de diciembre de hace 3 años y borrar ese mensaje, pensar fríamente, y seguir escondiendo aquello que necesitaba gritarte. Han pasado tres años, y me sigo arrepintiendo. Y soy patética, ¿sabes por qué? Por que en estos años, cada día me he arrepentido de haberte hecho caso, me he arrepentido de haber arriesgado y no haber ganado. Pero sobre todo me he arrepentido de no ser capaz de olvidarte en tres años.