"Para ti, que llegaste de repente y cambiaste el argumento de esta historia y el de mi vida."

miércoles

¿Sabes a que me recuerdas? A una canción. A una de esas canciones que se te quedan marcadas para siempre, y aunque pases 20 años sin escucharla sigues acordándote de la letra. Una de esas canciones con teclas de piano sonando lentamente pero que poco a poco van cogiendo impulso para acabar siendo apoteósicas. Esas en la que cada palabra es más bonita que la anterior y las oraciones más complejas no suponen ningún problema. Una de esas canciones tristes y bonitas a la vez, una de esas canciones con historia, a veces mejores, a veces peores, pero una de esas canciones que siempre recuerdas. Eres como la canción que sale la primera en aleatorio, y que por más que repitas una y otra vez, aparece siempre la primera para que no la olvides. Esa que hace que se te empañen los ojos, que hacen que tu pelo se ponga de punta y que el corazón acelere el ritmo. Eres una de esas canciones que encuentras sólo una vez en la vida.

viernes

Lo reconozco: me descolocas. No sé como lo haces, pero me rompes en mil pedacitos, y me obligas a recomponerme en dos segundos para volver a destrozarme entera. Que cada fibra de mi cuerpo tiembla cada vez que me rozas, y que, llámame loca, pero leo tu nombre en cada una de las estrellas de mi techo. Que sí, que estoy loca, que se me va la cabeza, que pierdo el sentido cuando se trata de ti, que no respondo, que podría dejarlo todo si tú me lo pidieras, que iría al fin del mundo para estar a tu lado. Lo reconozco, eres más fuerte que yo, ¿y qué? El día que destroces mi mundo, que lo dejes todo, que me quites todo lo que tengo dejaré de intentar conseguirte.