"Para ti, que llegaste de repente y cambiaste el argumento de esta historia y el de mi vida."

jueves

¿Sabes qué es lo que quiero? Quiero alguien que esté a mi lado hasta cuando nadie sea capaz de estarlo, que me entienda incluso cuando yo no me entiendo, que por las mañanas, al levantarme, me diga lo guapa que estoy. Alguien con quien compartir la pasta de dientes, alguien que me mire, que se eche mucha colonia, que sea alegre y divertido, que sepa contar los días de la semana con los dedos de los pies y no con los de la mano; alguien que al acostarse me dé las buenas noches, alguien que cuente las estrellas por mí. Alguien que teclee muy rápido, que huela a lluvia y a quien le guste el chocolate tanto como a mí, que se ría cuando me ponga celosa, que me preste sus camisas, que use gafas de sol. Alguien a quien le gusten las películas de terror, alguien que me bese bajo la lluvia y me refugie bajo su paraguas, alguien que compre una botella de fanta para compartir, que me escriba cartas en color rojo, que use gorros, alguien que adore a los perros tanto como yo, que duerma en calzoncillos, que no se depile las piernas, que le guste leer. Alguien que en las noches de tormenta me abrace muy fuerte, alguien que escuche la música de los 70, alguien que se siente en el sofá con una manta, alguien que se lave 5 veces al día los dientes, alguien que me lea un cuento antes de irme a dormir, alguien que cuando me ponga histérica me grite, que juegue a la consola, que lleve una pulsera y que use boxers. Alguien que en los días que estoy fea me diga que estoy preciosa, alguien con quien viajar a Londres, alguien que me eche crema solar, que le gusten los polos de fresa. Alguien que llore conmigo, que me sonría, que me grite, que me cante, que me componga una canción, alguien que me provoque fiebre. Alguien que unte la tostada con mantequilla y mermelada, y luego me la deje morder, alguien que use sudaderas anchas, alguien a quien le guste el color verde, que fume, que le guste la historia, que sepa hablar italiano. Alguien que se quede dormido viendo los programas del corazón, alguien que compre el periódico todos los domingos, que le guste el vodka con limón, que esté guapísimo con esmoquin. Alguien que tenga miedo al fuego, que le guste el campo, que masque chicles de menta, alguien a quien le guste caminar por la playa, los niños pequeños y las pizzas. Alguien con quien compartir secretos, alguien que de vez en cuando me llame ‘’princesa’’, alguien que llore, que toque el piano, que tenga la voz grave y se le note la nuez. Alguien que beba el agua a morro de la botella, alguien que odie el pescado, que use calcetines de colores, que me mire a los ojos, que se bañe con mucha espuma, que le guste la fotografía. Alguien que tenga las manos bonitas, que me de besos de esquimal, alguien que cierre los ojos y siga viendo. Alguien que sea olvidadizo, torpe y no tenga vergüenza a cantar en público. Alguien a quien le gusten los besos en la oreja y que le susurren al oído, a quien le guste la filosofía y que entienda a Platón, alguien que sepa hacer tartas. Alguien que cada día me haga saber que me quiere.

lunes

Un año. Ya ha pasadoun año. Es increíble, ¿verdad?. Ha pasado un año desde el día en el que te conocí. Y te prometo que recuerdo ese día como si lo estuviese viviendo ahora mismo. Era por la mañana, y estábamos en la playa, haciendo las pruebas, de repente tú mencionaste lo fácil que parecía y comenzamos a hablar. Y te juro que, cuando, por primera vez, puse mi mirada en tus ojos azules, supe que ya nunca podría borrarlos de mi corazón. Puede que suene cursi, romántica o infantil, y seguramente esos sean los tres adjetivos que mejor me definan, pero es así, y no puedo evitarlo.
Durante todo este año he pensado en ti, he llorado por ti, me he reído contigo, he escrito sobre ti, me he acordado de ti, he soñado contigo... Y ha sido un tiempo que he perdido. Aún no soy tan valiente como para mirarte a esos ojos azules y decirte lo que te dije en Navidad, en un mensaje, simples palabras que no tuvieron valor alguno para ti. No he sido capaz de ponerme frente a ti y decirte que estoy enamorada de ti, que te quiero y que quiero pasar contigo el resto de mi vida. Suena antiguo y estúpido, lo sé, pero nunca me he considerado una persona moderna, que no cree en el amor y que prefiero coquetear con un tipo cada día. Para mí, el amor existe, y sé que todos tenemos una media naranja esperándonos en algún sitio.
Durante este año, durante estos 365 días he creído que tú eras esa persona especial, mi media naranja, pero hoy, un año después, me he dado cuenta de que no vale la pena seguir pensando en ti. Simplemente por que alguien que te ignora durante nueve meses no puede ser mi alma gemela, estoy segura.
Ojalá nunca te hubiera conocido, ojalá. No habría desperdiciado todo este tiempo pensando en que un año después, tus ojos azules brillarían por mí. Nunca más volveré a pensar en ti, ya no.
Adiós.


viernes

Yo elegí quererte y todas las consecuencias que eso conlleva, elegí que tu fueses la persona que llenase mis días de sonrisas, elegí que tu olor era el que mejor le venía a mis sabanas, yo elegí que me comieras a besos, elegí también tu voz al otro lado del teléfono. Elegí llorar por ti de vez en cuando, elegí creerme tus verdades y creerme a medias tus mentiras. Elegí que no quería otros abrazos, que no quería otras manos agarradas a las mías, que no quería ver por la mañana otra cara que no fuese la tuya. Elegí nuestro mes del año y nuestro día del mes. Elegí que tú fueras mi locura y mi cordura, elegí llenar el silencio de la noche de nuestra risa. Elegí las idas y venidas, las despedidas. Elegí la impotencia, la incertidumbre. Elegí el miedo a fallar y los impulsos, elegí las miradas, elegí temblar, elegí hacerme adicta a sus palabras, al corte de tu voz. Elegí conservar intacto cada momento, y dejar huella de lo que algún día fue. Elegí que mi mayor hobby era verte dormir entre sabanas blancas, elegí no callarme nada, elegí darte todo, elegí hablar de nosotros cuando hablaba de ti, elegí ser fuerte y luchar por un solo motivo. Elegí darte todas mis oportunidades, elegí quedarme con tus manías, tus defectos y tus carencias. Elegí la pasión a gran escala, elegí estremecerme solo y únicamente con tus caricias, elegí no ponernos límite. Elegí el sabor agridulce de las discusiones que acababan en abrazo, elegí derrumbarme cuando ya no aguantaba más, elegí encontrarte en lugares donde nunca estarías, elegí seguir queriéndote aún enfadados. Elegí arriesgar y jugármela por ti. Y no me arrepiento de nada.

jueves

- Ojalá no nos hubiéramos conocido, nada de esto habría pasado...
- Pocahontas, mírame. Preferiría morir mañana que vivir cien años sin haberte conocido.

- Quiéreme, ¿capaz o incapaz?
- Capaz, por quererte iría hasta el mismísimo infierno

viernes

Hoy es mi cumpleaños. Hoy, cumplo 18 años. Una cifra importante, ¿Verdad?. Y todo el mundo me dice: "Celébralo a lo grande". Una gran celebración, mucha gente, regalos especiales... Y sin embargo, lo único que ha rondado en mi cabeza durante estos días ha sido... esos ojos azules, ¿se acordarán de mi cumpleaños? Como siempre, estoy segura de que no, de que estará en Australia, pasándoselo genial, dejando mcuhos corazones rotos a su paso y disfrutándolo. Pues he de decirte que, para mí, ese sería el mejor regalo de cumpleaños. Gracias por nada.






Cumpleaños feliz, cumpleaños feliz, me deseo a mí misma, cumpleaños feliz....

martes

¿Qué siginifica "me gustas"?. Porque estoy intranquila. Da escalofríos. Ríe. ¡Eso son ganas! ¡Soy feliz! ¿Un sueño...? Parece que no teme a nada. Lo supe por primera vez. Lo sé. Quiero estar siempre contigo. ¡Tonto! ¡Ah! ¿Qué voy a hacer? ¡Es insoportable! ¿Aunque me traiciones? Maravilloso. ¡Yo no soy así! Se lo diré. Quiero escapar. No puedo dormir. ¡Me gustas mucho! ¡A ponerse las pilas! Está alegre... No servirá de nada. Soy yo la que quiere llorar. No hay quién entienda a los chicos. ¿Mona? No es lógico. ¡Ja, ja, ja!¿En serio? ¡Confío en ti! ¡Fíjate en ti misma! ¡¿Y te consideras una mujer?!

¿Hay algún sentimiento que no hayas experimentado?

jueves

Noche cerrada. Miradas avergonzadas que se cruzaban. Dos corazones latiendo aceleradamente. Palabras que intentaban salir. Y por fin, él alzó sus ojos azules y me miró.
-Tenemos que hablar.
Lo soltó así. De repente. Sin ningún motivo. Después de no habernos visto en diez meses había tenido la “buena” suerte de encontrarme con él. Y había insistido en hablar conmigo. ¿De qué? Eso es algo que nunca entenderé.
Levanté la vista y le miré fijamente. Sus ojos azules despedían un brillo extraño… vergüenza. Sí, eso es lo único que veía.
-No sé de qué quieres hablar-quizás fui muy brusca, pero estaba enfadada, muy enfadada.
Él río nervioso y se acercó a mí. Tenía las manos escondidas en los bolsillos y se miraba a los pies. Estaba histérico.
-No me lo pongas más difícil, por favor- me miró una vez más con sus malditos ojos azules.
Aparté la mirada y me crucé de brazos. Me pareció ver como sonreía y dio otro paso hacia mí, al tiempo que, con sus manos, me hacía girar la cara.
-Es algo serio,- sus ojos azules se clavaron en los míos. No recordaba lo mucho que me gustaban…- así que mírame a los ojos por una vez.
Tragué saliva. Él resopló.
-Mira, ya sé que ha pasado mucho tiempo desde que tú…
-Diez meses –le interrumpí de forma cortante.
-Está bien, han pasado diez meses. Diez meses desde que la última vez que te vi, diez meses desde que me dijiste que estabas enamorada de mí, diez meses desde que cada mañana, al despertarme pienso en ti, en cómo estarás, en si me seguirás queriendo o me odiarás…
Seguía mirándome a los ojos mientras yo enrojecía.
-Lo siento. Lo siento muchísimo. Está bien, no me di cuenta de que al evitarte te hacía daño. Sólo pensé en mi mismo, pero ahora es distinto. Me he dado cuenta de muchas cosas durante todos estos meses.
“Eres un idiota, eres un idiota, un maldito y desgraciado idiota que me partió el corazón.” Me repetía a mi misma.
-Han pasado diez meses, sí. Y han sido los peores diez meses de mi vida porque tú no has estado a mi lado.
Levanté la cabeza y le miré. Y por fin, después de tanto tiempo, vi en sus ojos azules lo que había deseado ver hacía tiempo.
-Te quiero. Me ha costado entenderlo y, sobre todo, me ha costado decírtelo, pero es la pura verdad: estoy enamorado de ti.
Ahora era yo la que no sabía cómo reaccionar. Me quedé parada, perpleja, mirándole fijamente a los ojos, a aquellos ojitos azules que me miraban esperando una respuesta. Por dentro me sentía feliz, quería besarle, abrazarle y no separarme de él nunca más. Pero mi orgullo era más fuerte que todo aquello.
- ¿Y qué quieres decir con eso, eh? ¿Te crees que todo es tan fácil? ¿Qué ahora vienes y me dices “te quiero, estoy enamorado de ti” y yo me voy a tirar a tus brazos? Las cosas no son así.
Me di la vuelta, dispuesta a marcharme, pero él me agarró el brazo, reteniéndome.
-Por eso te quiero.
Le miré.
-Te quiero porque eres tú misma, porque eres más fuerte que todo esto; te quiero porque en estos momentos estás deseando besarme, y por tu maldito orgullo lo estás evitando a toda costa; te quiero porque, cuando te ríes, parece que una parte del mundo, aunque sea muy pequeña, es mejor. Te quiero porque eres pura magia, porque eres la mejor persona que he conocido nunca. Estoy loco por ti.
Por una vez sonó sincero. Me acerqué a él y le abracé, le abracé tan fuerte que parecía que nos quedaríamos así siempre. Nunca había imaginado que, por fin, aquellos ojos azules me iban a querer a mí. Y ahora eran míos, al fin, mis ojos azules estaban a mi lado.

martes

Todo me recuerda a ti. Sigues aquí dentro, en algún lugar de mi corazón, quemándome, arañándome, expandiéndote… No sé qué hacer para sacarte de ahí. No puedo evitar caminar por la ciudad y verte en cada esquina, verte caminando hacia mí, tan guapo como siempre, tus rizos teñidos de dorado por el sol, tu preciosa y tímida sonrisa dibujada en tu cara, y tus ojos azules mirándome como si fueras mío. Cada esquina, cada edificio, cada árbol, cada paso que doy me recuerdan a ti. A ti y a esos malditos ojos azules que siguen clavados, mirándome, como aquella primera tarde de verano en la que cambiaste mi vida. No puedo olvidarte; no puedo, pero tampoco quiero.

lunes

Felicidad en estado puro, brutal, natural, volcánico, qué gozada, era lo mejor del mundo... Mejor que la droga, mejor que la heroína, mejor que la coca, chutes, porros, hachís, rallas, petas, hierba, marihuana, cannabis, canutos, anfetas, tripis, ácidos, lsd ,éxtasis... Mejor que el sexo, que una felación, que un 69, que una orgía, una paja, el sexo tántrico, el kamasutra, las bolas chinas... Mejor que la nocilla y los batidos de plátano... Mejor que la trilogía de George Lucas, que la serie completa de los Teleñecos, que el fin del Milenium... Mejor que los andares de Ally Mcbeal, Marilyn, la Pitufina, Lara Croft, Naomi Campbell y el lunar de Cindy Crawford... Mejor que el pequeño paso de Amstrong sobre la Luna, el Space Mountain, Papá Noel, la fortuna de Bill Gates, las malas experiencias cercanas a la muerte, la resurrección de Lázaro, todos los chutes de testosterona de Schwarzenegger, el colágeno de los labios de Pamela Anderson, mejor que los excesos de Morrinson... Mejor que la libertad... Mejor que la vida.



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